Una de las cosas más importantes a tener en cuenta en relación a la detección o al diagnóstico de un trastorno específico de aprendizaje, como es la Dislexia, es las consecuencias que implica que suceda en un momento más precoz o avanzado en la vida de una persona. 

Para hablar de esto, os presentamos el caso hipotético de Xavier, que recibe el diagnóstico de Dislexia en 5º de primaria. Pero… ¿cómo de diferente hubiera sido su vida si se hubieran detectado sus dificultades precozmente?

En primero de primaria, sin diagnóstico todavía, le cuesta leer y siente rechazo hacia la lectura. Tiene miedo a salir delante de la clase y hay días que no quiere ir a la escuela. Recibe la presión de padres y maestros que le dicen que tiene que practicar más y esforzarse. Se frustra fácilmente y a menudo se compara con sus compañeros y se siente inferior. 

Por contra, si ya se ha hecho una detección de sus dificultades, Xavier será un niño entendido y atendido, que irá compensando sus dificultades desde el inicio de primaria. No tendrá tanta presión por parte de sus padres y maestros, ya que también serán conocedores de las dificultades y también será más aceptado entre sus compañeros. Desde pequeño, sabrá qué dificultades y potencialidades tiene, y esto le aportará estabilidad emocional. No tendrá miedo a preguntar las dudas y pedir ayuda cuando la necesite. 

En 5º de primaria, finalmente Xavier es diagnosticado de Dislexia. ¿Cómo vive el cambio a la ESO con una detección tan tardía? Ha notado mucho el cambio de dificultad con el paso a la siguiente etapa académica. Tiene que dedicar más tiempo que sus compañeros a estudiar y las dificultades lectoras le piden un gran esfuerzo a la hora de hacer las tareas de la escuela. Posiblemente necesite la ayuda de un profesor particular para seguir el ritmo de la clase y piensa que vale menos que el resto. Está desmotivado y se siente superado por las exigencias académicas.  

Por otro lado, Xavier es una persona muy diferente cuando tiene que afrontar este cambio si se han detectado sus dificultades de forma precoz. Dispondrá de más herramientas, conocerá sus puntos fuertes y débiles y tendrá estrategias compensatorias. Aunque podrá tener dificultades, tendrá más posibilidades de ser autónomo y confiar en sus capacidades. 

En la vida adulta, el Xavier que recibió el diagnóstico en 5º de primaria es muy creativo y tiene ideas originales, pero se muestra inseguro en las exposiciones orales y escritas. Tiene dificultades para rellenar un formulario, enviar un correo electrónico o leer una notificación. No se ve capaz de afrontar situaciones nuevas tanto en el ambiente laboral como el personal.  

La versión de Xavier a quien le detectaron precozmente sus dificultades también será muy creativa y tendrá ideas originales, pero, además, dispondrá de más recursos a nivel oral y escrito. Será capaz de organizar y preparar con antelación las demandas del día a día y se verá más capaz para afrontar nuevos retos laborales y personales. 

Xavier es un caso inventado, pero basado en experiencias reales. Con la detección e intervención precoz evitamos crear personas infelices, por este motivo le damos tanta importancia. Con una detección precoz, el niño es atendido y entendido. Las mejoras que observamos durante y después de la intervención no son sólo instrumentales, sino que se aplican a todas las facetas de la vida